Durante siglos los literatos irlandeses han destacado en toda la escena escrita europea. En el último siglo, los músicos han sido los que han cogido esta antorcha para ser embajadores del país en todo el planeta. Además de la cultura, el deporte es uno de los pilares más importantes, tienen diferentes deportes autóctonos y la deportividad es una de las máximas de los irlandeses


La riqueza cultural de Irlanda no pasa desapercibida porque la música y la literatura forman parte de la vida cotidiana de sus conversadoras y amigables gentes. No en vano han recogido 10 premios Nobel y sus músicos venden entradas que se acaban en minutos cuando se ponen a la venta. Es fácil sacar de entre tan pocos tanto talento gracias a esa cantera interminable de los miles de escenarios en los que se convierten sus maravillosos pubs irlandeses repartidos por toda la isla.

La sociabilidad de los irlandeses es el mejor reflejo del desarrollo de su cultura, tan basada en la comunicación y las relaciones humanas. El escritor Oscar Fingal O'Flahertie Wills (Oscar Wilde) una vez dijo: 'Somos los más grandes habladores después de los griegos'. Aunque los irlandeses no son tan dados a las muestras de afecto cercanas de los países mediterráneos, su capacidad para conversar y hacer que cualquier reunión de amigos o velada resulte entrañable es de sobra conocida.

A los irlandeses les gusta escuchar música en los pubs y vestir ropa informal. Las mujeres prefieren marcar un poquito la distancia de lo informal y suelen vestirse más elegante cuando salen a cenar o a tomar una copa. Son pocos los pubs irlandeses que no ofrecen música en directo en un ambiente idílico que hace de las tardes más desapacibles toda una experiencia mística en algunos lugares de Irlanda.

Cenar entre las 5 y las 7 de la tarde enseguida se nos hace una costumbre fácil de asimilar. No en vano son los vecinos del sur de Europa los que cada vez se plantean más el tomar ejemplo de sus horarios conciliadores.

DEPORTES EN IRLANDA

Ambiente de amistad, alegría y deportividad es lo que diferencia a los irlandeses de sus vecinos de al lado, los irlandeses nos pueden dar lecciones al resto del mundo de cómo disfrutar de cualquier deporte sin violencia ni excesos. El ambiente en las calles de Drumcomdra Lower Street de Dublín frente al estadio de Croke Park,  que disfrutamos cada año a finales de agosto en las fechas de llegada de nuestro grupo de curso escolar en Irlanda nos encanta. Disfrutamos esos días de las semifinales y la final del deporte rey por tradición en Irlanda: el fútbol gaélico. Aunque es importante decir que es el rugby el que se lleva la pasión y el corazón de los irlandeses cuando hablamos de batirse en duelo con el resto del mundo.

Los deportes más practicados en los colegios suelen ser el fútbol (entre los chicos), el baloncesto y el rugby, aunque también se practica a menudo el hockey. También se practica el hurling y su versión femenina: el camogie. Hurling y fútbol gaélico son opciones más habituales para los escolares como opción extraescolar o de clubs deportivos. Y aunque sean minoritarias, existen prácticamente todas las opciones deportivas para cualquiera que desee no abandonar sus aficiones durante su curso escolar.

Los caballos son otra de las grandes aficiones de los irlandeses, y aunque en los colegios no es sencillo, una gran amiga nuestra, directora de un colegio femenino y gran aficionada, tiene su propio equipo de hípica con sus alumnas y entrenan y compiten por todo el país: ¿queréis saber quién es?.