En GMR sabemos lo importante que es conocer de primera mano cómo se está desarrollando el curso escolar de nuestros hijos en Irlanda, y por ello os mantenemos informados continuamente


Para nosotros es importante manteneros al día lo que está pasando con vuestros hijos durante el año académico, y que no se escape nada sobre su evolución tanto académica como emocional. GMR mantiene un contacto continuo tanto con las familias de acogida como con los colegios. La comunicación en constante y a menudo nos llaman para comunicarnos cualquier cosa que concierna a nuestros estudiantes, por livianas que parezcan.

El tutor se encargará de enviar los informes sobre el progreso académico que envíen los colegios, la adaptación al entorno, el comportamiento y su particular evolución con el idioma. 

En el caso de obtener información extraordinaria de los colegios o sobre faltas a clase, estos informes serán también puestos en manos de los padres de inmediato a través de la potente área on-line de clientes que tendréis en vuestras manos, donde estarán todos los documentos siempre disponibles. Los padres estáis informados a menudo de todos los aspectos del curso académico de vuestros hijos dada la gran cantidad de recursos que dedicamos a ello.

El resultado de estudiar un año fuera

  1. Aprenden el idioma para siempre, a través de una inmersión de larga duración que no es comparable en su rendimiento en términos de aprendizaje a ningún otro programa.
  2. La inversión económica para un resultado tan productivo como es el año escolar, es sin duda la más pequeña qué podemos hacer.
  3. Los beneficios a nivel personal para nuestros hijos son incomparables con cualquier otra salida de corta duración. Lo que ganan en madurez y autonomía es tanto, que sois los padres los que lo veis cuándo vuelven y nos lo contáis, parece que os devolvemos a otra persona.
  4. La mejora en su rendimiento académico a su vuelta. Es un hecho generalizado, prácticamente todos los estudiantes  han incrementado su rendimiento académico. Nada mejor como integrarse en un sistema educativo con una gran “cultura del esfuerzo” como el irlandés.