Cuando un adolescente se desplaza a un país extranjero a realizar un curso académico, es importante adaptarse al nuevo entorno, se requiere una capacidad de adaptabilidad, y una cierta madurez que las organizaciones implicadas no pueden dar al estudiante, sino que ya se espera de ellos.
En general la mayoría de los estudiantes que nos contactan están preparados para dar este salto, sin embargo la parte más importante a tener en cuenta siempre es la de las normas de conducta, que son las que pueden traer problemas si no se respetan.
Todas las organizaciones especialistas en la gestión de cursos escolares en el extranjero tienen muy bien definidas estas normas, que están consensuadas con las de las organizaciones o proveedores en los países de destino, y no suelen suponer un problema o motivo de disputa cuando los estudiantes tienen buena educación. Sin embargo siempre existen casos puntuales, y prácticamente todas las organizaciones que manejan ciertos números se enfrentan cada año a disputas por la rotura de las normas.
En general lo que se pide a los estudiantes cuando se desplazan a realizar un curso académico en el extranjero es de puro sentido común y buena educación. Sin particularizar las nuestras propias normas lo más habitual que decimos a nuestros estudiantes es:
- Debes respetar siempre a tu coordinadora, a tus profesores y a tu familia.
- Debes respetar los horarios marcados de llegadas a casa
- Debes de llegar a tiempo a cenar antes de las 6 de la tarde o cuando te diga la familia.
- Debes de informar siempre a tu familia de acogida en detalle donde vas, con quien y a que hora volverás.
- Debes de hacer los deberes que te manden para casa y dedicar al menos una hora al día a estudiar.
Además suele ser habitual que se les informe a todos en varias ocasiones de la prohibición expresa de hacer cosas que les decimos de esta manera:
- FUMAR (menores de 18), BEBER ALCOHOL (menores de 18), O TOMAR DROGAS o medicamentos no recetados.
- Conducir cualquier vehículo.
- Pasar noches fuera sin consentimiento de la coordinadora y vuestros propios padres.
- Salir de tu barrio sin permiso de tu coordinadora.
- Llevar amigos a casa sin permiso de la familia de acogida y/o coordinadora.
- Usar móviles o consolas en clase.
- Hacerte tatuajes o pendientes sin permiso de tus padres y familia de acogida.
- Trabajar de forma remunerada.
- Usar la casa o cocina de tu familia de forma anárquica.
- Tener relaciones sexuales.
- Robar (cuidado con esto por favor, ha habido expulsiones de Irlanda por 3€).
- No respetar los horarios.
- Comportarse mal en clase
- Faltar a clase o salir del recinto varias veces sin causas justificadas. Los alumnos que faltan 20 días o más en el curso escolar, suelen ser investigados por el Dept de Educación Irlandés y expulsados del colegio. Ello conllevaría la repatriación inmediata y cancelación anticipada del programa de Año escolar.
En un país como Irlanda por ejemplo, robar en una tienda implicaría normalmente la detención del estudiante, traslado a comisaría y permanencia en una celda con presos comunes, hasta que los coordinadores van a rescatarles, y la realización de trabajos sociales a posteriori. Es importante mentalizar a los estudiantes de no caer en ello, ya que en la cultura anglosajona los pequeños hurtos son considerados como un robo en toda regla y culturalmente están poco aceptados, por lo que habitualmente las familias pierden la confianza y ya no quieren alojar al estudiante tras estos hechos.
El tema de los robos o pequeños hurtos está aún más castigado en Estados Unidos y Canadá, donde no hay lugar a negociación alguna en general, y suele ser motivo de repatriación inmediata sin ningún tipo de discusión.
A pesar de todo, nuestros estudiantes son en la mayoría de los casos ejemplares, y podemos decir que no hemos tenido hasta la fecha grandes problemas al respecto,