El día 16 de marzo del 2017 podíamos leer en un periódico irlandés la historia de como el colegio cisterciense de la ciudad irlandesa de Roscrea había anunciado su salvación al cierre que había anunciado previamente este colegio de internado de Irlanda.

las autoridades del colegio cisterciense anunciaron que los números de matriculaciones en primer curso de este renombrado colegio irlandés habían llegado a bajar en solo una década hasta un 45%, dejando para 2017 unos números más que preocupantes de 9 matriculados en primer curso del ciclo Junior irlandés, lo que hacía inviable su mantenimiento.

Este colegio resultaba ser uno de los pocos que ofrecía únicamente régimen de internado de 7 días para todos sus estudiantes, tratando de mantener un ambiente homogeneo y luchando contra una tendencia cada vez más en desuso, es decir no combinar estudiantes de día con estudiantes de internado dentro de la educación en Irlanda.

No obstante ante tal anuncio, las autoridades del colegio de Mount St Joseph Abbey, en el condado de Tipperary, decidieron establecer un plan de acción entre un grupo de ex alumnos profesores, padres y simpatizantes del colegio con el que se planificaron cambios y se aprobó una inversión que llego hasta el millón y medio de euros aportados por distintas fuentes para llevar a cabo la salvación de este colegio tan conocido por su excelencia académica.

Tras este anuncio en la primavera del 2017 el efecto inmediato fue que la matriculación para septiembre de 2017 en el inicio del curso escolar 2017/2018 en Irlanda había aumentado por primera vez en 10 años y la noticia de la cura de la brecha financiera existente sin duda repercutió en un aumento de la confianza en el colegio y de nuevos padres que se animaron a matricular a sus hijos en este colegio irlandés que ya les daba otra vez garantías de su viabilidad.

La comisión para la salvación del colegio fue presidida por el padre y ex alumno Ronnie Culliton, que las pasadas navidades declaraba que esto había sido un milagro y que se había hecho un gran trabajo para la salvación del colegio.

Uno de los grandes aciertos que tuvieron a la hora de tomar medidas fue el de abrir sus mentes y permitir la matriculación en el colegio cisterciense a alumnos en régimen de internado de 5 días y también a alumnos que durmiesen en sus casas de las localidades cercanas, pasando a ser por primera vez un colegio que ofrecía el régimen habitual de colegio de día irlandés.

Gracias a ello pudimos ver como en septiembre del 2018 comenzando el curso escolar 2018/2019 en Irlanda se matrículaban en este colegio cisterciense nada más y nada menos que 38 alumnos, cuatro veces más que lo anunciado para la matriculación dos cursos atrás.

El colegio cisterciense cuenta entre sus ex alumnos con personajes ilustres cómo Brian Cowen, Dick Spring, Willie Mullins y Gavin Duffy, nombres que poco no sonaran aquí en España pero que sin duda son familiares para cualquier irlandés.

Desde GMR nos alegramos mucho de que esté colegio siga entre nuestra oferta de colegios de Irlanda, y sin duda realizaremos alguna nueva visita para ver cómo está el ambiente tras estos cambios recientes.


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